miércoles, 18 de mayo de 2016

EL MISTERIO DE LA HUACA MARRUFO


Pobladores de motupe narran que cuando pasan cerca de la HUACA MARRUFO ubicada en el sector rural de chitara a la hora del crepúsculo vespertino ven suvir a la huaca una pata con doce patitos de oro. La pata con sus doce hijos de color del auero metal brillando intensamente al choque de los rayos solares de la tarde comino del ocaso despierta la codicia de los transeúntes que logran observarlos . Impelidos por la fuerza de la ambición que provoca el metal precioso se lanzan cual audaces cazadores tras las aves de oro que nunca pueden ser atrapadas por ningin mortal .
Las misteriosas aves caminan indiferentes y se pierden en el chaparral sin que nadie las pueda coger. Las personas que intentan cazarlos por mas que emplearon sagacidad rapidez y voluntad nunca lograron su objetivo  quedando alrededor de la huaca un raro resplendor de misterio.
Los motupanos que la an visto cruzar brillando y desapareciendo entre los arbustos creen que entres las entrañas de esta huaca se guarda un tesoro de incalculable valor enterrado por los antiguos moradores de ese tiempo en lo que es ahora un enorme montículo de barro .
AUTOR : RULLY FALLA FAILOC

EL VOLCÁN DEL CHALPON

EL VOLCÁN DEL CHALPON

Cuando la cruz de chalpon es bajada del cerro donde fue puesta por el padre juan abad hacia motupe para la celebración de su fiesta  tanto en febrero como en agosto de cada año un fuerte rumor se escucha entre la entrañas mismas del cerro durante la ausencia de la cruz por su permanencia en la ciudad .
El persistente rumor , como si un rio interior corriera las entrañas del cerro se escucha con persistencia mucha mas a la hora que termina la tarde y las sombras invaden los espacios provocando un profundo temor en los vivientes y visitantes que por eso días a pesar que la cruz de chalpon no se encuentra en su habitual morada llegan hasta el mismo santuario a cumplir con su promesa religiosa .
Algunos piensan que es un volcán de agua que corre en la entrañas del cerro y se manifiesta a través de la filtración de la roca formando el manantial de cristalinas aguas en el lugar llamado Guayaquil . Otros lo atribuyen a la cólera del cerro que ruge por que la cruz de chalpon es llevada a la ciudad . Algunos aseguran que la ausencia del sagrado madero despierta la cólera del coloso chalpon .


Fuente: RULLY FALLA FAILOC

CERRO LA VIRGEN

CERRO LA VIRGEN
Cerca del cerro vivía una familia dedicada a la cría de cabras y ovejas .Los pastores tenían dos pequeños hijos, siendo la mujercita la mayor, quien se encargaba de pastear el ganado. Desde que despuntaba el alba salía con la manada en busca de la fresca hierba, y a la hora el crepúsculo retornaba a casa conduciendo a sus animales.

La diaria faena de la niña pastora, trepando por abruptos senderos, rodeados de filudas piedras y desafiantes cardos, le habían rasgado su vestido. Y su carita sucia y los cabellos desgreñados le daban un aspecto descuidado .Pero un día, cuando caminaba tras el rebaño, q ascendía sobre las faldas del cerro en busca del apreciado brote de los arbustos, escucho de pronto una voz q la llamaba por su nombre. La niña sintió al comienzo un gran temor el solitario paraje, y al mirar hacia arriba encontró el rostro de una bellísima mujer .La pequeña se le acerco como atraída por algo superior a sus fuerzas.¿ a q vienes por aquí, no tienes mama? pregunto la bella desconocida señora. La niña indefensa y tímida con su dulce vocecita, apenas pudo responder. Le cogió las manos y con amorosa dedicación, lo lavo con delicada paciencia, la peino y le dijo: que bonita esas hija mía ahora anda a tu casa y mañana vuelves para peinarte, pero no le cuentes a nadie, la pastorcilla sonrió agradecida y luego emprendió el retorno al hogar.
La madre quedo impresionada al ver la bonita figura de su hija. Pregunto repetidas veces quien la había aseado tan bien, pero la niña fiel a la recomendación de la bella señora, no contó lo sucedido. Al día siguiente. regreso al diario pastoreo tan limpia y peinada como la primera vez. La madre la interrogo con insistencia la pequeña callo temerosa, entonces el padre con gestos severos, obligo a la niña a q le dijera quien era la señora que con esmero maternal la lavaba y la peinaba en tan solitario lugar.
La pastorcita, temblando cual avecilla indefensa, tuvo q decir la verdad. El padre, decidió seguirla cuidadosamente, y escondiéndose tras los arbustos y rocas logro acercarse. Para sorpresa suya vio q a su pequeña hija la peinaba una hermosísima mujer con peine de oro con lavatorio de resplandeciente metal .Emocionada contempló la tierna escena y luego, serenado un poco, bajo del cerro con la ilusión brotándole como un halo ese misterio. Llego a su casa, dio la buena nueva y con la brevedad del siervo perseguido llego a l poblado para comunicar la feliz noticia.
Los pobladores, contentos, se organizaron para traerla y ponerla en el templo del pueblo, porque era la virgen esperada. Lanzando cohetes, en medio del estrépito de trompetas y bombos, caminaron rumbo al cerro. La algarabía retumbaba cual eco de mil campanas. La virgen, al ver tanta gente que ascendía en  un ensordecedor bullicio, hizo q la virgen se volara como ave gigantesca. Cuentan los viejos Motupanos que la virgen se postro en el cerro Guadalupe y que los habitantes de ese lugar la han encadenado para que no se vuele.

Fuente: RULLY FALLA FAILOC

ARBOL MILENARIO

Algarrobo Milenario 

Es precisamente por estas leyendas que el árbol recibió las primeras visitas de los turistas. Actualmente muchas personas le rinden oraciones, le piden deseos y le dejan ofrendas a manera de agradecimiento por supuestos milagros realizados.
Es el principal atractivo del santuario. De acuerdo al guía del bosque Luis Amilton, este árbol de casi 40 metros de extensión continúa su crecimiento anualmente y recibe su nombre debido a la milenaria cultura Sicán. Se calcula que el Árbol Milenario tiene cientos de años y es el único de la especie algarrobo que tiene tanta antigüedad..
Envuelto entre mitos y leyendas, este gran algarrobo –descubierto en 1978 por un ex trabajador de la hacienda Batán Grande- es venerado por los lugareños, quienes incluso le atribuyen milagros. Por ello, no existe poblador que no deje de contar un suceso inesperado sobre él.
Entre las muchas historias que se tejen alrededor de este árbol se dice que las personas que intentaron cortar el algarrobo terminaron por sufrir accidentes como mordeduras de serpientes o cortes por sus mismas hachas o machetes, entre otros.

Fuente: RULLY FALLA FAILOC

LAS TRES CRUCES

LAS TRES CRUCES
El padre Guatemala fue un religioso que recorrió muchos lugares de Motupe y la serranía . Iba bendiciendo a cuanta persona encontraba en su largo y continuo peregrinaje y como quiera que su afán era propagar la fe se cristo con sus propias manos construyo tres cruces de guayacán árbol de dura corteza capaz de resistir el paso de los años Terminadas las tres cruces las coloco en cuevas naturales en sendos escarpados cerros para que estos sagrados maderos sirvan de protección a cada uno de los pueblos en cuya jurisdicción se les colocara . 
La primera cruz fue puesta en el cerro Chalpon para que proteja al pueblo de motupe de pestes plagas y toda calamidad que viniera del dominio del dominio . Se le encontro un cinco de agosto de 1868 para regosijo de todos los motupanos y sectores aledaños . La  segunda cruz fue colocada en una cueva del cerro yanahuanca a mas de 1800 m.s.n.m  para que imparta su proteccion a toda la comunidad de penachi y sus sectores como Lanchaco Colaya Corra de Piedra Kerguer Llaque Murujara y otros lejanos pueblos que se asientan tal cual perlas de collar en las faldas de estos colosales gigantes de granito de los andes peruanos La tercera cuz fue colocada en el cerro rajado que se halla como una solitaria mole de piedra al oeste de la ciudad de motupe .pero esta cruz fue arrojada por el diablo al fondo de una grieta grande del cerra para que nadie la pudiera sacar y evitar de esta manera que perturbaran sus actividades perversas en contra de las personas que se aventuraban a pasar por estos lugares . Se cuenta que en este cerro se mora el demonio y nadie se atreve a ir en busca de la cruz por temor a ser encantado y quedarse para siempre como esclavo del ángel del mal que vive en sus entrañas .


Fuente: RULLY FALLA FAILOC 


EL TESORO DEL BRUJO

EL TESORO DEL BRUJO

 Para quienes han vivido en ese pueblo cordillerano, situado sobre un extenso territorio desértico que en planicies sucesivas rodeadas de pedregosos cerros descienden hacia el mar, sustraerse a la tentación de buscar tesoros ocultos es casi imposible.
   Estimuló la afición numerosas leyendas viejas y nuevas que suelen recordar acontecimientos fabulosos.  Así, se menciona a los incas y las giras que en otras épocas hacían para recaudar tributos, seguidos por cientos de esclavos que cargaban vasijas repletas de oro y plata.  Para muchos no cabe ninguna duda de que, por el volumen recolectado y las dificultades de transporte, hubo la exigencia de enterrar más de una vez esos tesoros que, por cierto, quedaron allí al alcance de quien los encontrara.
   Ciertos estudiosos hacen notar que esta región fue escenario de violentas batallas entre los dos países que la limitan.  Por lo tanto, no es raro suponer que los ricos de la región ocultaran joyas y oro en barras para evitar su decomiso, que, desde luego, nunca recuperaron.
   Se habla, también, de un sable sorprendente cuya empuñadura contenía inscrustaciones de valiosísimas gemas y que un general perdió sin remedio.
   Viviendo allí, tampoco yo me libré de la ambiciosa curiosidad.  A pocos meses de haber llegado, ya me había puesto de acuerdo con dos amigos para ir en busca de un tesoro.  Con objeto de evitar malas informaciones, decidimos visitar a un brujo ya célebre por sus dotes de descubridor de tesoros.
   Este brujo vivía junto al lecho de un río.  Era un viejo no muy alto, de larga barba, con la piel muy arrugada.  A pesar de sus años, numerosos seguramente pero indefinibles, se le veía vigoroso y enérgico.
   Cuando llegamos a su choza nos recibió cordialmente.
   -Pasen, pasen   -dijo-. Siéntense donde puedan.
   Hizo una mueca que, acaso, quiso ser una sonrisa y luego agregó:
   -¿Quieren correr la calabaza, verdad?
    Ese era el método que lo había lanzado a la fama.  En una calabaza que llenaba de yerbas misteriosas enterraba una vela que exorcizaba con palabras del más allá.  Se suponía que la vela se convertía en una especie de brújula para encontrar tesoros.  En la noche, uno cargaba la calabaza con la vela encendida y ésta llevaba a su propietario hasta el tesoro más esquivo.
    Por eso la pregunta no nos sorprendió.
    Pero antes, debimos someternos a la  “prueba de la mesa de tres patas”, en cuya cubierta se ponían las manos.
   Cuando fue mi turno la mesa pareció cobrar vida y empezó a balancearse con cierto extraño compás.
   La cara del brujo se iluminó.
   -Este es el hombre  -dictaminó-.  El tiene que encabezar el grupo y ser primero en excavar.  Ante cualquier situación que se produzca, ruidos o preguntas, únicamente él puede tomar la iniciativa o contestar.  Los diablillos son muy desconfiados y quisquillosos.  No les gusta oír groserías y rechazan a los seres mal hablados o descreídos.  Recuerden que si se les insulta son muy vengativos.  Se sabe de numerosos casos de buscadores de tesoros que han sufrido parálisis y hasta infartos en el mismo lugar.  Si algo no les gusta a los diablillos, directamente mueven el entierro a otro sitio.  Es preferible no hablar...
   A continuación, el brujo nos explicó lo relativo a la calabaza y nos señaló la lista de cosas que debíamos llevar para el día oportuno: comestibles, palas, picotas, lámparas, buenas botas para correr, dos garrafas de vino tinto, tres gallinas negras vivas, diversas yerbas y otros elementos.
   En los días siguientes nos dedicamos a reunirlas, agregando sendas cantimploras de aguardiente para nuestro consumo.
   Bien pertrechados partimos una noche al encuentro del brujo.  Había que caminar alrededor de cuatro kilómetros por un terreno accidentado que terminaba en tres caminos interiores.
   Ya a la distancia divisamos al brujo.  Estaba encuclillado frente a una fogata.  Sobre ella, colgando de unos fierros cruzados, había una enorme olla llena de agua.
   No bien nos oyó llegar, el brujo se levantó y pidió las gallinas.
   Nos observó de soslayo.
   -Han tardado mucho  -dijo-.  Ya la medianoche está encima.
   En seguida, cargando las gallinas se dirigió al punto de convergencia de los caminos.  En este lugar sacó un cuchillo curvo y en el aire cortó el pescuezo de una de las aves.
.  Con la sangre fue dibujando un círculo bastante amplio que completó con el degüello de las otras gallinas.  Después, clavando una varilla en el suelo, se irguió y miró hacia las tinieblas., iniciando una suerte de plegaria violenta.
   Volvió luego y recogió la calabaza.  En ella  reunió las yerbas y operó durante un tiempo haciendo extrañas manipulaciones y aumentando la cadencia de su ininteligible letanía.  Puso después la vela dentro de la calabaza, la rodeó de yerbas y de algo más  que extrajo de entre sus harapos, y la encendió.
   Con la calabaza y vela, el brujo se dirigió a un punto oscuro del sector.  Lo vimos alejarse y no dejamos de observar la llama y parte de la cabellera blanca del brujo.  Todavía la letanía era audible.  Un momento más tarde, sólo quedó visible la llama como suspendida a media altura.
   De improviso sentimos la voz del brujo a nuestras espaldas.  Nos volvimos asombrados.
   -Ya  -nos urgió-, pronto... la calabaza está por irse.
   -Tomamos palas y picotas y nos dirigimos hacia la luz.
   Estábamos a algunos metros de distancia cuando la pequeña llama comenzó a desplazarse para adelante.  La seguimos.  Así anduvimos un buen trecho.  Ahora, ya no era fácil caminar por las depresiones del terreno que con la oscuridad no veíamos.
   De un instante a otro, la luz apresuró su marcha.  Tuvimos que correr.  A intervalos, pronto volvía a brillar, a veces más alto a veces más bajo. obligándonos  a seguirla de cerca.
Por cierto, en la persecución sufrimos incontables caídas y tropezones entre las piedras.
   Nos dimos cuenta que en ocasiones, cuando nos detuvimos para tomar aliento, la luz también lo hacía, como esperándonos.  Luego volvía a moverse más y más rápido conduciéndonos en locas carreras y saltos por los montículos de piedras y los agujeros del terreno.  Resoplábamos de agotamiento.
   A una hora del inicio de la travesía, vimos que nos estábamos acercando al pueblo cuya iluminación se suspendía a medianoche.  Como burlándose de nosotros, la luz dio un gran rodeo antes de entrar en él.
   Ya nuestro agotamiento llegaba al extremo.  En un último esfuerzo tratamos de alcanzar la luz, pero esta se perdió en una de las callejuelas.
   La reencontramos junto a un buzón.  Parecía tranquila, acechante.  No bien nos acercamos, comenzó a correr de nuevo.
   Finalmente al  término de una calle descendió suavemente.  Apoyados en los muros, acezando, la observamos.  Dio la impresión de extinguirse.  Más, de improviso, se iluminó brillantemente y se introdujo a un edificio en construcción.  La seguimos.  Estaba con calabaza y todo sobre un monolito de piedras y tierra.  En ese punto, se apagó lentamente con algunos chisporroteos y murió del todo.
   Afiebradamente saltamos al interior del edificio, encendimos nuestras lámparas y apartamos la calabaza.  A continuación, di el primer golpe de picota en el sitio preciso donde ésta había estado y otros a cada lado, en cruz.  De este modo comenzó la excavación.
   Entonces, nada ni nadie podría detener nuestra labor.  Estábamos convencidos de que el tesoro ya era nuestro.
   La tierra estaba dura y abundaban las piedras.  El trabajo era agotador.  Las picotas sacaban chispas al golpear en las piedras.  Cuando sucedía suspendíamos la labor y nos mirábamos.
   La excavación proseguía.  Sentí que sudaba copiosamente. Tres horas más tarde habíamos conseguido hacer agujeros de poco más de un metro.  No obstante, no encontrábamos nada, ni siquiera diablillos.
   Un sopor comenzó a invadirme.  De pronto, al inclinarme para separar unos pedruzcos caí de bruces y me dormí profundamente.
   Cuando desperté, las primeras horas del día se anunciaban.  A mi lado dormían los otros buscadores de tesoros, con los cuerpos semicolgados en el agujero.
   Miramos en derredor.
   Alguien, aprovechándose de nuestra fatiga, nos había robado las herramientas y las lámparas.
   Nos pusimos a maldecir al unísono.
   De nuestra aventura, como mudo castigo, sólo quedaba la calabaza con el cebo y la vela.
   Como piltrafas, salimos al exterior.
   La luz del sol naciente nos dio el último golpe.
   Junto al edificio en que habíamos pasado esa pesadilla, había un gran letrero:  “Banco de Vasconia, un tesoro para el inversionista, en construcción”.
Fuente: RULLY FALLA FAILOC 

martes, 17 de mayo de 2016

EL SIMON MON, EL DIABLO

                                                            EL SIMÓN MON  EL DIABLO

En los tiempos en que los recaudadores perseguían a los contrabandistas de aguardiente, un pobre que vivía en el caserío de Palo Blanco traía el liquido animador de fiestas, negocios y pactos secretos. El "yonque de cordón " como suelen llamar a ese licor cuando es de buena calidad, era destilado en los afamados trapiches de Penachi, lugar conocido por la elaboración del mejor yonque de esa zona andina.

La enorme demanda del buen yonque de Penachi, consumido en todas las fiestas de la franja andina como Colaya, Huaratara, Canchachala, Ullurpampa, Penachi, Kerguer, Chiñiama y hasta la lejana Huallabamba, y todos aquellos poblado donde se celebra una fiesta religiosa, produjo una gran escasez del liquido animador de las mas bullangueras juergas. Por esta razon, el comprador tuvo que ir en busca de tan cotizada mercancia a las alturas de Salas, a la Shita y Pescadera .

Cuando regresaba tarde de la noche, con sus odres llenos de aguardientes perfumando a su paso los caminos solitarios, con ese olorcillo convivador y fiestero , sintio a lo lejos en el silencio de la profunda noche, el tropel de un ágil caballo que se acercaba veloz. El humilde comerciante, temeroso penso que  se trataba del recaudador que andaba haciendo sus pesquisas. De inmediata inquirió que su mercancia seria decomisada por este empleado del gobierno que vigilaba los caminos y trapiches, para que productores y comerciantes pagaran sus impuestos.

De pronto, como salido de la negrura de la noche, frente a el estaba el apuesto y misterioso jinete, vestido de blanco, contrastando con el color de la noche y el brioso corcel que montaba. El animal bien enjatado relincho en el silencio de la prenunbra y luego el extraño personaje desmonto. El comerciante con suma humildad y temblando de miedo se le acerco y dijo: Buenas noches señor. El hombre de blanco sin mostrar el rostro, replico: No me llames señor soy tu amigo; de donde bueno y a estas horas?-Disculpe, por favor comprenda que soy un humilde padre de familia,-  argumentando suplico al vendedor de aguardiente, sin poder controlar su nerviosidad-, pero aquel extraño hombre como salido de las sombras mostrando ambilidad persuasiva, dijo: No temas , si tu quieres yo te ayudo y conmigo tendras mucho dinero. De subito el canto del madrugador gallo anu7ncio el claro amanecer, aproximandose con el lejano fulgor de las estrellas. Un vientecillo frio agito el follaje de los arboles cercanos y un largo relincho desperto a las aves y a los zorros que descansaban enh sus madrigueras .

Puntas, siempre a las doce del dia, y me llama. Ceremonioso, recomendo: Primero lanzaras tres silbidos bien fuertes, luego gritas con todas tus fuerzas ¡Simon Mon! tres veces consecutivas. Dicho esto, por encanto desaparecio y el misterioso canto del gallo se esucho lejanamente.

El comerciante de aquel licor andino que vierte coraje al poblador que esconde sus complejos en el subconsciente, dio un grito aterrador desplomandose frente a la puerta de su casa. La esposa al abrir la puerta presurosa, encontro a su marido brotandole espuma por la boca. Habia visto en los solitarios parajes a Simon Mon, el diablo.
Fuente: RULLY FALLA FAILOC 

EL WASHINGO

washingo era un campesino pobre con muchos que viven en campiña y que están a espesas del miserable jornal que les pagan los dueños de las tierras. 

washingo, que visitaba siempre la ciudad, había visto como vivía las personas acomodadas ,y en alguna oportunidad se preguntó , lamentándose de su pobreza ¿por qué no tengo dinero como otros? i siempre encorvado , arrancado el fruto de la tierra para otros, sudoroso, apenas levantaba la cabeza para ubicar el astro redondo y colorad, de cuya posición dependía para calcular la hora o para beber a sorbos el agua  fresca del calabazo
Fuente: RULLY FALLA FAILOC 

EL JARDIN ENCANTADO

                                            EL JARDÍN ENCANTADO


En la cima del cerro donde se venera la Cruz de Chalpon, en el distrito de Motupe existe un hermoso jardín. En este lugar crecen las mas bellas y raras flores, enredaderas de flores que brillan en conjugación extraordinaria con los rayos del sol; rosas azules y negras que en la noche de plenilunio atraen con su fragancia a vizcachas, zorrilos, mucas, zorros y venados; flores rastreras que forman alfombras multicolores, donde las avecillas se posan para probare el exquisito néctar, arboles cuyas inflorescencias parecen piedras preciosas que cuelga de las ramas y donde anidan variedad de avecillas que, al iniciarse el alba inundan de melodías los espacios de aquel paraje. Asimismo, cuando el sol de hunde en el crepúsculo entero, las estrellas parecen que gozan en intermetentes parpadeos.

Este hermoso y extraño jardín es regado por un cristalino riachuelo que, serpenteando y murmurando ininteligibles presagios, desaparece entre las rocas de granito para verter sus aguas cristalinas en el jaguey en el que bajo la roca inmensa del Chalpon brota lleno de misterios. Esta agua fresca aplaca la sed de los miles de devotos que veneran la Cruz de Chalpon.

Muchas personas que llegaron, segun historias contadas a venerar la Cruz de Chalpon, atraídos por la curiosidad de conocer el jardín encantado, subieron en busca de este. Iniciando el ascenso por el abrupto roquedal, primero sintieron una fragancia indescriptible capaz de atraerlos con una fuerza extraña, que impulsa a las personas a continuar el camino. Una vez en el jardín llenos de emoción profunda, sin saber que flor tocar ni aspirar; poco a poco fueron olvidando el camino por donde llegaron. Enredaderas de flores azules y rojas intentaban PRESIONAR a los visitantes. Mas aya los venados saltando entre los follajes, dejaron el brillo de sus cuernos y pezuñas. Una inmensidad de trinos, aromas y colores, aturdían a los visitantes hasta dejarlos dormidos en el verde césped, sin salir jamas  de este misterioso lugar. Cuentan los fieles vecinos de motupe que el jardín es cultivado por el demonio con el fin de atraer a los fieles creyentes de la Cruz de Chalpon y llevarlos al reino de las tinieblas.
Fuente: RULLY FALLA FAILOC 

lunes, 16 de mayo de 2016

leyenda del cerro la vieja

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CERRO LA VIEJA

Cuenta nuestros antepasados que en tiempos muy remotos estas tierra fueron visitadas por nuestro señor Jesucristo, quien había bajado a la tierra para conocer los corazones de sus habitantes, es así como Jesucristo pasa por Motupe y en su largo caminar sediento llega a una choza la cual era habitada por dos ancianos tan viejos en su edad como en su maldad. Jesús, pidió a la anciana que le regalase agua para aplacar su sed, esta le contestó que no tenía. Estando el terreno cultivado de sandias y habiendo en gran cantidad pidió le vendiese una, para aplacar su sed, la vieja le contestó: ¡esas no son sandias sino piedras! y que además están vendidas por el viejo, quien indiferente a los acontecimientos miraba el proceder de su mujer. Indignado por la maldad de estos seres, Jesús montó en ira y maldijo a los viejos y la tierra que habitaban diciéndoles ustedes y sus sandias se convertirán en piedras. El hijo de Dios siguió su camino, poco después la maldición divina se cumplió y el viejo,
la vieja y todo lo que a su alrededor se encontraba se convirtió en piedras.
Fuente: RULLY FALLA FAILOC